El 30 por ciento de niños que presenta problemas de desnutrición en zonas rurales también sufre descuido, violencia o abandono por parte de sus familias, advirtieron voceros de la Iniciativa contra la Desnutrición Infantil (IDI).
Marilú Chiang, directora de Desarrollo Humano de la ONG Prisma, integrante de IDI, manifestó que por el trabajo que desarrolla desde hace 30 años en el sector público puede asegurar que la desnutrición está asociada al afecto y cuidado que recibe el menor desde la gestación hasta los dos primeros años de vida.
“Hemos hecho vigilancias nutricionales en todas las regiones, hemos tenido grupos de seguimientos de familias de niños con desnutrición y es alto el porcentaje de niños mal alimentados que viven en ambientes con violencia, con padres alcohólicos, madres maltratadas, o en casas donde se quedan solos con hermanitos de 7 u 8 años”, comentó.
Chiang, cirujana en pediatría, recomendó priorizar la etapa de mil días días que se inicia desde la gestación. «Esta etapa comprende desde una sana alimentación en la madre embarazada con un buen estado de ánimo, hasta el afecto, y cuidado, sumado de caricias que le brinda la madre al niño desde el vientre hasta cuando lo tiene en brazos».
“Desde el nacimiento es importante el vínculo de la madre con el recién nacido, la lactancia materna exclusiva sin ningún tipo de leches ni aguas en los primeros seis meses. No es solo un acto físico de darle el pecho, sino que debe ser un momento de conexión madre-hijo que incluso permite más producción de leche. La madre logra esto acariciando, cantando y conversando con el bebé”, explicó.
Para Chiang, los niños que a partir de 6 meses empiezan a comer en ambientes de afecto de sus padres o cuidadores, son menores que disfrutan sus raciones y evitan ser víctimas de la desnutrición.
“El momento de alimentación debe ser agradable para el niño. De lo contrario, asociará la comida con los gritos, peleas y agresión. Tiene que ser un momento de afecto, más que la cantidad de comida, es fundamental que coma con gusto”.
Asimismo, consideró que las madres adolescentes -quienes mayormente tienen niños con prematuridad y problemas de salud- son las más propensas a tener niños desnutridos, ya que incluso ellas sufren de este problema.
Fuente: Andina