Ni el incesante sol, ni la distancia entre comunidad y comunidad, han hecho que Wander Cano Achimanya, licenciado en Enfermería y responsable del Centro de Salud de Caimito en el Imiría, pierda las ganas de poder llevarle la vacuna contra la COVID-19 a los diferentes pueblos que están en su jurisdicción.
Wander ha mostrado su satisfacción por la articulación de acciones realizadas por instituciones e intervenciones en Imiría. Eso se puede ver en el trabajo conjunto del proyecto “Apoyo a la vacunación COVID-19 en el Perú”, ejecutado por Prisma ONG con el apoyo de USAID, con ORAU, la Cruz Roja Peruana y la Red de Salud de Coronel Portillo para poder llevar, como lo afirma Wander: “la vacuna hasta la puerta de las casas”.
Trabajo en equipo contra la COVID-19
Es así como se conformaron dos equipos de trabajo, por un lado, un primer grupo, de sensibilización, que llegó hasta las comunidades y caseríos llevando información clara que pueda disipar dudas y desterrar mitos que han hecho que los pobladores teman la inoculación de las vacunas. Este equipo de profesionales no sólo compartió sus conocimientos, sino también sus experiencias durante la pandemia, a fin de que los moradores entiendan que el vacunarse no sólo es un acto de responsabilidad, sino de amor por la familia.
El segundo grupo, encabezado por el licenciado Wander, llegó a la comunidad dos días después de la intervención del grupo de sensibilización, pero esta vez con las vacunas contra la COVID-19, la primera dosis que abrió el camino de la protección de la salud de las personas frente a posibles contagios por las nuevas variantes del virus que van ingresando al país.
Comunidades nativas vacunadas
Es así como las comunidades de Caimito, Flor de Imiría, Nuevo Loreto, Buenos Aires, Pacífico, Perla del Imiría, Santa Clara, Nueva Generación, 23 de diciembre, Bella Flor, Unión Vecinal, Nueva Yarina, 12 de mayo y Junín Pablo, pusieron el hombro por el Perú, entendiendo que una dosis no es suficiente y que 21 días después regresarían por la segunda dosis de la vacuna.
“Estamos tan lejos del centralismo de Pucallpa, que nuestras voces casi nunca hacen eco, y el que las vacunas lleguen hasta esta parte del planeta, sin duda alguna, es un acto que debemos reconocerle a todas las organizaciones involucradas”, afirma Wander indicando que el proyecto “Apoyo a la vacunación COVID-19 en el Perú” ha sido un bastión importante, no sólo en la parte técnica y presupuestal, sino también en los criterios que se tuvieron en cuenta para la actualización del plan de vacunación.
“El virus muta con tal velocidad que es necesario actualizarnos, fortalecer nuestras capacidades y conocimiento sobre los últimos estudios científicos, que no sólo pasa por sintomatología o grados de letalidad, sino también por la forma en cómo vamos a contrarrestarlo y qué exactamente generará en el organismo”, asegura Wander. “Por ello saludo con felicidad al proyecto Apoyo a la Vacunación que llega a la población con un mensaje claro, con palabras que todos podamos entender, procesar, reflexionar y que luego nos inviten a actuar, y actuar significa estar protegido a través de la vacuna, una a la que muchos le tienen miedo, pero que si miramos atrás y vemos cuanta gente hemos perdido, es mejor vacunarse para que más no mueran”, resalta.
¡Esfuerzos en equipo!
Las acciones entre la Dirección Regional de Salud, Promoción de la Salud, EsSalud, redes de salud, ORAU y el proyecto “Apoyo a la vacunación COVID-19 en el Perú”, son de manera constante e integrada y trabajan unidos para hacer que las vacunas contra la COVID-19 lleguen de forma equitativa a la población nativa como una esperanza de vida.
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