Uno de los grandes retos para todo viajero aventurero en Cusco ha sido conseguir una fotografía con el fondo de la montaña de 7 colores o conocida como la Rainbow Mountain; pero hoy en día, un mayor reto se presenta en esta parte de la región, y es el que vive el personal de salud para llevar las vacunas a las comunidades situadas, desde hace más de 500 años, en las faldas de esta famosa montaña, donde las tradiciones ancestrales perduran y existe una organización comunal sólida.
Las vacunas contra la COVID-19 en Chillihuani
Chillihuani es una de las comunidades que se encuentra ubicada en las faldas de la montaña multicolor a 3 887 m. s. n. m. en la provincia de Quispicanchi – Cusco, donde viven alrededor de 84 familias en armonía con la naturaleza y respetando sus tradiciones culturales. Sin embargo, en los últimos meses esta comunidad fue motivo de preocupación y constantes alertas por parte del personal la Red Sur de Salud Cusco, quien manifestaba su preocupación por la baja cobertura con las vacunas, reportando un total de 3 personas vacunadas en toda la comunidad.
“Toda la comunidad no quería vacunarse porque escucharon en otras comunidades que la gente se enfermaba después de vacunarse, algunos pensábamos que nos moriríamos a los dos años, por eso yo tampoco quería vacunarme, en las noticias decían que los médicos se morían después de vacunarse, nadie venía a hablarnos de la vacuna”, afirmó Siprian, comunero de Chillihuani y comunicador rural.
Cuando el personal de salud llegó a Chillihuani, los esperaba una junta directiva que se negaba de manera unánime a vacunarse, y como acto de rebeldía solo tres ancianos lograron vacunarse, con el riesgo de ser juzgados por su comunidad; y sin lograr persuadir a los demás habitantes, el personal de salud retornó con la negativa de la comunidad hacia la vacuna contra la COVID-19. ¿Qué era lo que estaba sucediendo?
“Habíamos identificado que la aceptación de la vacuna era una preocupación y uno de los temas era la desinformación, se habían creado mitos y la población estaba tomando decisiones en base a esto… la sensibilización sobre el tema era una necesidad”, resaltó Andy López Mamani, gerente de Desarrollo Económico de la Municipalidad Provincial de Quispicanchi Y presidente del comando COVID-19 – Quispicanchi.
Articulando estrategias para la vacunación contra la COVID-19
Ante esta situación, el Comando COVID – 19 de la Provincia de Quispicanchi y la GERESA Cusco, a través del proyecto “Apoyo a la vacunación COVID-19 en el Perú” ejecutado por Prisma ONG con apoyo de USAID, desarrollaron conjuntamente un plan de acción que buscó fortalecer la participación comunitaria con lineamientos de interculturalidad, identificando las barreras que impiden el adecuado desarrollo del Plan Nacional de Vacunación.
“Esta actividad responde a la propuesta que se planteó con el comando COVID-19 de Quispicanchi donde identificamos un cuello de botella, considerando que muchas comunidades altoandinas no estaban recibiendo la información suficiente” apuntó Deysi Moscoso, técnico territorial del Proyecto de Apoyo a la Vacunación COVID-19 en el Perú. “ha sido importante porque logramos escuchar sus preocupaciones y las razones por las cuales se resistían a vacunarse, de esta forma logramos conocer que la intervención en vacunación necesita precisar algunos temas como, por ejemplo, la información post-vacunas (…) y fortalecer la participación comunal es muy necesaria en el proceso de vacunación”, agregó.
Una de las barreras que se identificó, fueron los vacíos de información que dieron lugar a muchos mitos y creencias erróneas, como por ejemplo, en algunas comunidades se pensaba que podían quedar estériles, y en otros casos que la aguja de las vacunas les insertaba un microchip, a esto se sumaba información conspiratoria, por parte de las noticias falsas que circulan en redes sociales en contra de la vacuna contra la COVID-19, toda esta carga de desinformación llegó a generar muchas dudas dentro de la comunidad de Chillihuani.
El primer paso para desarrollar este plan de acción fue convocar a los líderes comunales de 12 distritos de dicha provincia, en una reunión presencial del pasado 25 de agosto para poder escuchar sus preocupaciones y conocer las creencias que les generaba desconfianza en las vacunas. Este espacio fue oportuno para que el personal de salud pueda absolver de manera directa todas sus dudas y desmitificar algunas creencias.
El segundo paso se basó en impulsar acciones de comunicación social con interculturalidad en espacios estratégicos de información como los mercados itinerantes, la radio, murales, redes sociales y altoparlantes comunitarios. También se crearon cartillas informativas, para periodistas y actores claves, con mensajes clave que abordan la importancia de las vacunas y brindando información clara para combatir los mitos y creencias; a esto se suma la producción de videos animados sobre la vacunación en idiomas originarios para difundirlos en redes de WhatsApp, conformados por los líderes comunales que tiene acceso a un celular.
“Es la primera vez que nos hacen llamar para hablar de la vacuna. En el taller nos dijeron que las vacunas nos protegen, en mi comunidad cuando me preguntan les digo que se vacunen, este domingo la mayoría quería vacunarse. Al inicio tenían miedo, pensaban que se iban a quedar estériles, o que se podían enfermar grave después de vacunarse”, aseveró Alejandro Vicente Aquino, presidente de la comunidad de Ccatacamara, asistente al evento para informarse sobre la vacuna.
Es importante mencionar que el proyecto centra acciones de manera estratégica tomando como prioridad aquellas comunidades andinas y amazónicas que tienen menor cobertura de vacunas. Cada acción que ejecuta el proyecto se basa en escuchar y conocer las formas de pensar, sentir y actuar de las comunidades altoandinas originarias frente a la vacuna contra la COVID-19.
“Capacitar a los líderes comunales, consideramos que fue muy estratégico, como primeros resultados los índices de vacunación están en subida; comunidades enteras que se resistan a la vacuna, hasta el momento vemos que aún no se reportan más este tipo de casos”, destacó Andy López Mamani. Gerente Desarrollo Económico de la Municipalidad Provincial de Quispicanchis e integrante del comando COVID-19 de la misma provincia.
Resultados exitosos de un trabajo en conjunto
Como resultado de estas acciones, actualmente la aceptación en las vacunas se ha incrementado en Chillihuani; aún existe resistencia, pero no de manera unánime como al inicio; y las coberturas en vacunación incrementaron en la provincia de Quispicanchis.
“La aspiración del proyecto es que la vacuna llegue de manera equitativa y oportuna, esto significa que estas acciones contribuyen a cerrar brechas, con un enfoque intercultural”, declaró Deisy Moscoso, técnico regional del proyecto en Cusco.
Estas experiencias nos evidencian lo importante del trabajo articulado para concretar acciones que sumen a un plan de vacunación exitoso y equitativo, donde la apertura de las entidades del Estado es importante para lograr objetivos direccionados al desarrollo de la salud pública.
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