Durante la pandemia, pobladores de la amazonia recurrieron al conocimiento ancestral y al empleo de la medicina natural para aliviar los síntomas de la COVID-19, basándose en la experiencia personal de cada poblador para dar fe de las propiedades curativas y el poder de la naturaleza que los rodea.
“Nosotros pensamos que el COVID-19 era una gripe normal, sus síntomas eran parecidos…entonces muchos nos curamos al bañarnos con matico, macerado de ajos en pisco o caña, mojábamos paños en agua de hojas de limón para bajar la fiebre, muchas personas se curaron con estos remedios naturales”, manifiesta, Miguel Ganoza, presidente del Comité de Gestión del Bajo Urubamba.
Ganoza, como líder amazónico, le tocó ser la voz que representa a muchas comunidades de la amazonia cusqueña, durante la pandemia. El líder considera que la medicina natural es una forma complementaria para la medicina científica, y en su día a día respeta las tradiciones de su pueblo y sigue disciplinadamente todo consejo natural para cuidar su salud. Al inicio de la pandemia, muchas comunidades matsiguengas optaron por cerrar sus fronteras como medida de bioseguridad para evitar la propagación del virus en sus territorios, esto generó que las organizaciones amazónicas pierdan el contacto habitual que les daba la presencialidad, lo cual afectó las gestiones que permitirían concertar acciones para poner en marcha el plan de vacunación contra la COVID-19.
“Nosotros, queremos compartir nuestros conocimientos de medicina natural, eso puede ayudar a mucha gente, y podríamos lograr que el sistema de salud sea más eficiente en las comunidades amazónicas” menciona, Miguel Ganoza presidente del CGBU
En la amazonia cusqueña, la pandemia trajo consigo un distanciamiento del Estado, particularmente por la dificultad del sistema de salud para escuchar y adaptar las nuevas medidas de bioseguridad con un enfoque intercultural a una población que no tenía muy claro a que se debía enfrentar.
“La gente en la selva no está acostumbrada a las pandemias, o al aislamiento social, nosotros pensamos de otra forma, pero no nos entienden, es difícil para el personal de salud entendernos”, explica Ganoza.
Una de las consecuencias más preocupantes de la pandemia fue la desarticulación de las organizaciones amazónicas por el aislamiento social, esto generó la ausencia de líderes comunales para gestionar medidas y afrontar la crisis sanitaria que se vivía en ese momento. Sin embargo, una vez que se inició la campaña de vacunación contra la COVID-19 en el Perú, la bajas coberturas en esta población pasaron de ser una preocupación a un problema real, con un porcentaje bajo de coberturas de un 36%, según el informe del mes de agosto brindado por la Gerencia Regional de Salud Cusco.
Trabajo articulado por la amazonia
El proyecto “Apoyo a la vacunación COVID-19 en el Perú”, ejecutado por Prisma ONG con el apoyo de USAID, asumió la tarea de gestionar la articulación de organizaciones amazónicas, para que el sector de salud en Cusco pueda ampliar su perspectiva intercultural en la intervención con la vacuna contra la COVID-19 en las comunidades amazónicas originarias, y de esta forma puedan involucrarse en las acciones de salud pública que cuenten con una estrategia de intervención adecuada a los pueblos originarios de la amazonia.
Es así que el proyecto estableció espacios de coordinación donde se recogió las perspectivas de cada líder amazónico respecto a los servicios de salud en cada comunidad. Aunado a esto se contó con la participación de la Subdirección de Interculturalidad de la Dirección desconcentrada de Cultura Cusco.
Como resultado de esta gestión, se logró reactivar el “Comando COVID-19 Indígena Bajo Urubamba” creado con resolución ejecutiva regional N°334-2020-GR CUSCO/GR que tiene como objetivo coordinar toda intervención de salud con un importante enfoque intercultural. Este espacio está conformado por los representantes de la siguientes organizaciones amazónicas como son: el Comité de Gestión del Bajo Urubamba- (CGBU), Consejo Machiguenga del Río Urubamba – (COMARU), Central de Comunidades Nativas Matsigenkas (CECONAMA), Organización Asháninkas y Matsigenkas del Río Apurímac (OARA) y Federación de Comunidades Nativas Yine-Yami(FENCONAYY), junto a los representantes del sector Salud-GERESA y de la subdirección de interculturalidad de la Dirección Desconcentrada de Cultura; todos estos actores buscan articular acciones para una intervención eficiente con una mirada intercultural.
La función de estos espacios es realizar intervenciones de salud, donde se busca acciones concretas, respetando la voluntad de escuchar a los pueblos indígenas. Para eso, se debe partir por entender a la salud intercultural como la articulación de los sistemas médicos tradicionales y el occidental, para favorecer el ejercicio del derecho legítimo de los pueblos andinos y amazónicos a preservar y desarrollar sus sistemas tradicionales de salud; y demostrar las posibilidades de integrar los conocimientos de los sistemas de salud tradicionales y la medicina académica.
Articular e involucrar a las instituciones públicas y privadas en la salud intercultural
Para lograr la meta de articular las organizaciones de la Amazonía cusqueña, el proyecto impulsó la reactivación de la Red del Comando Indígena Amazónico, la cual tiene el objetivo de constituirse como un espacio que articula al sector salud con otros actores clave que puedan aportar al plan de vacunación en las comunidades donde las coberturas son menos de 32%, según la Gerencia Regional de Salud en Cusco.
Por ello, el proyecto realizó una primera convocatoria presencial a los principales líderes de la Amazonía Cusqueña y se movilizó a organizaciones no gubernamentales que tienen incidencia en esta región como son: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, AYNI Desarrollo ONG y el Comité de Gestión del Bajo Urubamba(CGBU). Por otro lado, se realizó la gestión de relacionamiento con las empresas que tienen como área de influencia las comunidades amazónicas del Cusco como: Repsol y Pluspetrol. Esta convocatoria tenía el fin de involucrar a las empresas para que, por primera vez sean partícipes de una intervención junto a la Gerencia Regional de Salud Cusco y las organizaciones amazónicas.
Además, gracias a las coordinaciones realizadas en la Red, y con el soporte del proyecto, se logró concretar un plan de intervención en las comunidades nativas amazónicas más vulnerables como son: Miaria, Nueva Luz, Nuevo Mundo, entre otras. Este plan tiene el objetivo de hacer llegar las vacunas contra la COVID-19 de manera equitativa y oportuna
Estas acciones son importantes para cambiar y generar nuevos procesos, esto quiere decir que si, antes se esperaba que la población se acerque al puesto de salud, lo que se busca ahora es que los profesionales de la salud se acerquen a la población. De esta manera se generan cambios que pueden contribuir al liderazgo del sector.
Deysi Moscoso, técnico territorial del proyecto, nos explica “En el Comando indígena amazónico, se logró trabajar un plan de acción que incluye la comunicación pertinente en idiomas originarios con cada comando, y actualmente estamos planificando llegar al bajo Urubamba para poder generar un espacio de diálogo y escuchar de manera directa las necesidades de los pueblos indígenas amazónicos. Tenemos presente que, para cumplir esta tarea se debe articular acciones con las organizaciones con el objetivo de apoyar el plan de vacunación nacional y al mismo tiempo fortalecer los servicios de salud para que puedan liderar estos procesos”.
De la misma forma la pandemia nos mostró que, para transformar los servicios de salud para que puedan responder desde las necesidades reales de las poblaciones indígenas, no basta con espacios de diálogo comunitario, se requiere que las propuestas que nacen desde las organizaciones indígenas sean tomadas con seriedad y el respeto que merecen.
Espacios y estrategias para mejorar el servicio de salud
“El sector de salud estatal simplemente no tomaba el liderazgo, y si, lo hacía no funcionaba, porque es un sector desacreditado en muchas comunidades indígenas”, menciona Teresa Campos Chong, subdirectora de Interculturalidad de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco.
El proyecto viene impulsando este espacio con estrategias de acción y apoyo logístico para intervenir en las comunidades amazónicas de bajas coberturas de vacunación, ampliando la perspectiva intercultural del sector salud con la colaboración del sector privado.
El contenido de esta nota es responsabilidad de los autores y no refleja necesariamente las opiniones o posiciones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional o del Gobierno de los Estados Unidos.