Prisma lucha contra la tuberculosis y sus consecuencias económicas y sociales

Prisma lucha contra la tuberculosis y sus consecuencias económicas y sociales

El Dr. Marco Tovar, líder del proyecto IPSYD, en presentación de los alcances de la lucha contra la tuberculosis.

Generando evidencias para cambiar prácticas y políticas de salud

El equipo del proyecto Innovación por la Salud y el Desarrollo (IPSYD) trabaja en el distrito de Ventanilla desde el 2002 para reducir el tiempo de detección de casos de tuberculosis y así poder contribuir a una rápida mejora de pacientes, ayudando a prevenir el contagio y reducir el número de personas que fallecen a causa de esta enfermedad. Actualmente su impacto se extiende a través de 32 centros de salud, distribuidos desde la zona cercana a la Panamericana Norte en Ventanilla, hasta La Perla, Callao.

La tuberculosis, en palabras del especialista de Prisma el doctor Marco Tovar, quien lidera el proyecto desde sus inicios, “no es una enfermedad infecciosa solamente, sino es una enfermedad social también”. Los pacientes, además de gastar más dinero en salud, también se sienten segregados por la enfermedad. Por ello, IPSYD implementa compensaciones económicas a los pacientes que acuden mensualmente a su tratamiento, además de ejecutar grupos de apoyo donde los afectados y sus familiares pueden compartir experiencias y sentimientos. En estos grupos de apoyo también se educa y concientiza a los asistentes sobre la prevención y sobre la naturaleza de la tuberculosis, pues es una enfermedad infecciosa que tiene tratamiento y cura.

«La tuberculosis no es una enfermedad infecciosa solamente, sino es una enfermedad social también» – Dr. Marco Tovar

Tovar señala que 30% de las personas en el mundo tienen la microbacteria de la tuberculosis, pero solo algunos de ellos se enferman. Esto se debe a factores como la nutrición, que también está muy asociado a la condición de pobreza. Además, los pacientes pueden demorar 120 días en detectar la tuberculosis, cuando el mensaje oficial indica que si la tos se prolonga más de 15 días se debe realizar una prueba. Actualmente, gracias a las pruebas rápidas de sensibilidad, se puede acelerar el tiempo en que el paciente resistente a la Rifampicina inicia su tratamiento con drogas de segunda línea.

IPSYD opera bajo 3 ejes principales: curar la TB, encontrar más casos de TB y prevenirla. Para curar la enfermedad más rápido se cuenta con las pruebas rápidas de sensibilidad; para encontrar más casos se cuenta con la ayuda de miembros de la comunidad que han sido pacientes, ofreciendo un incentivo económico mensual y por comisión para maximizar el caso de muestras que se consigue. En cuanto a prevención, la vacuna vigente en la actualidad protege en los 5 primeros años, por lo que el uso de pastillas es requerido para prevenir el contagio en condiciones en las que la enfermedad puede brotar.

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