Mejorar los sistemas de tamizaje de CACU permitirá reducir los casos y la mortalidad de este tipo de cáncer y asegurar el derecho a la salud de las mujeres peruanas
Los días 13 y 14 de noviembre, el Proyecto Pre Cáncer, en colaboración con las universidades estadounidenses Tulane, Johns Hopkins y George Washington, la ONG PRISMA y la Dirección Regional de Salud de Loreto, realizó el Taller de diseño del Plan de la nueva estrategia para la prevención de cáncer de cuello uterino donde participaron más de 30 profesionales de salud, entre obstetras, médicos generales, ginecólogos, oncólogos, enfermeras, patólogos y otros, de la Microred Iquitos Sur.
Durante el taller, los participantes analizaron la situación, discutieron y tomaron decisiones que contribuyeron a los planes de trabajo elaborados en equipos, y se desarrolló en conjunto el protocolo de implementación del plan para el año 2019. Este plan apunta a crear un nuevo programa de tamizaje que reduzca la incidencia y mortalidad de cáncer de cuello uterino en la región Loreto.
La prueba de Papanicolaou es uno de los exámenes de tamizaje del cáncer de cuello uterino más utilizados y debe iniciarse tres años después del inicio de la vida sexual. Es un proceso indoloro y si se realiza anualmente contribuye a identificar lesiones precancerosas y evitar así la aparición del cáncer. Además, actualmente se realizan pruebas alternativas como el test para detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH) o la inspección visual con ácido acético (IVAA).
¿Por qué en esta zona del país?
Según el Minsa, a través de su Guía de práctica clínica para la prevención y manejo del cáncer de cuello uterino, el cáncer de mayor ocurrencia en las mujeres es el de cuello uterino, ya que representa el 24.1% de los cánceres que sufren[1]. Además, es la tercera causa de mortalidad por cáncer en la población femenina del país. Es la región Loreto donde se registra la mayor cantidad de casos (29.4% de todos los cánceres en esa región), seguida de Ucayali (28.6%), Madre de Dios (28.5%) y Moquegua (28.4%)[2].
Asimismo, la región con mayor tasa de incidencia de mortalidad por cáncer de cuello uterino por 100,000 habitantes es, nuevamente, Loreto (18.0%), seguido por Huánuco (12.8%) y Ucayali (10.3%), valores que duplican y hasta cuadruplican el de Lima (4.2%). Para el año 2012, se estimó que hubo 4636 casos y 1715 muertes por cáncer de cuello uterino en nuestro país[3].
Estas cifras nos evidencian que el cáncer de cuello uterino es un problema de salud pública que afecta a las mujeres peruanas y a sus familias. Además, esta situación empeora en países en desarrollo que cuentan con débiles sistemas de tamizaje que contribuyen a que la mayoría de los casos sean diagnosticados en estadios avanzados.
[1] Clifford GM et al. (2005) Worldwide distribution of human papillomavirus types in cytologically normal women in the International Agency for Research on Cancer HPV prevalence surveys: a pooled analysis.
[2,3] Análisis de la Situación del Cáncer en el Perú. Dirección General de Epidemiología, Ministerio de Salud, 2013.