HISTORIA DEPRISMA
PRISMA ONG se fundó en Lima, el 23 de abril de 1986, a partir de la iniciativa de un grupo humano multidisciplinario preocupado por la desnutrición crónica infantil y los factores de riesgo asociados a ella.
PRISMA ONG se fundó en Lima, el 23 de abril de 1986, a partir de la iniciativa de un grupo humano multidisciplinario preocupado por la desnutrición crónica infantil y los factores de riesgo asociados a ella.
Pampas de San Juan de Miraflores fue el escenario para las primeras vivencias de este grupo de jóvenes profesionales. El asentamiento humano ubicado en el Cono Sur de Lima formó parte de la tercera gran expansión urbana de la capital, caracterizada por invasiones de migrantes pobres, carencia de servicios básicos, entre otros.
En Pampas de San Juan de Miraflores, Prisma ONG implementó el “Proyecto Riesgo”, un estudio longitudinal realizado durante 10 años (1986 al 1996) y financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional del Gobierno de los Estados Unidos de América – USAID. Este estudio permitió comprobar que era posible predecir el momento y los determinantes asociados a la desnutrición crónica y a la mortalidad infantil en la comunidad.
El conocimiento ganado se constituyó en la base del modelo de intervención institucional para la protección de la salud y el estado nutricional de los niños menores de 3 años.
NIÑOS
Una de las primeras actividades logradas por Prisma ONG fue la edición de la revista “Niños”, publicación de distribución gratuita que permitió posicionar a la institución como referente en temas de salud y nutrición infantil.
Se desarrollaron once números, cada uno relacionado con un tema de supervivencia infantil.
Su distribución se realizó, a través de
los visitadores de la empresa farmacéutica Ciba-Geigy y del equipo del PANFAR, al personal de salud que trabajaba en los establecimientos de salud del interior. Varios años más tarde se actualizaron todos los números y se editaron en un compendio (1988 a 1990). Hasta el día de hoy encontramos personas que nos preguntan por la revista Niños o la citan como fuente bibliográfica en trabajos de investigación.
Esta experiencia fue muy novedosa para esa época, ya que los niños y niñas desnutridas eran rehabilitados solamente en centros especializados. La focalización e intervención en el hogar con claros criterios de graduación marcaron la diferencia.
Este modelo, que promueve la calidad y cobertura de los servicios de salud, las prácticas saludables a nivel de las familias y la mejora en la gestión de los programas sociales con objetivos nutricionales, ha sido compartido con muchas organizaciones, incluyendo el sector público estatal.
Esta primera experiencia enriquecedora motivó a Prisma ONG a participar con éxito en el concurso para implementar, a nivel nacional, en convenio con el Ministerio de Salud y el financiamiento de USAID, el Programa PANFAR (Programa de Alimentación y Nutrición a Familias de Alto Riesgo) en el que Prisma ONG asumió la logística alimentaria, la supervisión en campo de las actividades programadas y la capacitación del personal ejecutor en temas relativos al programa. El PANFAR tuvo una duración de 10 años, al cabo de los cuales se hizo la transferencia al Ministerio de Salud donde siguió funcionando hasta el 2002, año en que el Gobierno peruano decide centralizar todos los programas sociales en el MIMDES.
Durante los diez años del PANFAR, el contexto mundial cambió rápidamente, el avance vertiginoso de la tecnología permitió focalizar con exactitud las zonas de mayor vulnerabilidad y tomar decisiones inmediatas en base a datos confiables ingresados por los responsables de los módulos de informática que Prisma ONG implementó, en una primera etapa, en las entonces Unidades Departamentales de Salud y posteriormente en las Unidades Territoriales de Salud.
La experiencia ganada en campo llevó a iniciar una nueva estrategia dirigida a niños desnutridos menores de tres años, con Promotoras de Salud entrenadas y capacitadas para la vigilancia nutricional casa por casa; este programa se llamó KUSIAYLLU. A su vez el PANFAR se convirtió en el programa integrador del Ministerio de Salud, porque incluía medidas de prevención y rehabilitación de todos los miembros de las familias beneficiarias. Ambos programas pasaron a formar parte de la Dirección de Salud y Nutrición de Prisma ONG.
Los datos obtenidos a lo largo de esos años fueron una valiosa información que, procesada y trabajada por la entonces Dirección de Investigaciones, generó conocimiento aplicable en otras zonas del país, lo que luego se plasmó en textos de difusión científica. La calidad de los profesionales y experiencia ganada en esta dirección hizo posible que se trabajara un grupo de proyectos con el financiamiento de universidades extranjeras, las cuales hasta la fecha continúan enviando pasantes voluntarios o prefieren a Prisma ONG como sede para realizar estudios, particularmente en epidemiología médica.
En Prisma ONG se introdujo, un año más tarde, la línea de salud reproductiva como parte importante de la organización. En un primer momento, con el auspicio de USAID, se fortaleció la capacidad técnica y de gerencia de cinco instituciones privadas a nivel nacional. Posteriormente, se ejecutaron proyectos con objetivos diversos que cubrieron autoconciencia, fortalecimiento de capacidades de personal de salud y promotores, acceso a la información de usuarios y logística de anticonceptivos, lo cual ha derivado en que Prisma ONG fuera responsable de la logística de los anticonceptivos, tanto del sector privado como del sector público, a nivel nacional.
Los cambios acelerados en el contexto mundial influidos por la globalización promovieron el replanteamiento de las estrategias de los gobiernos, que se vieron afectados por la inmediatez de las comunicaciones, el comportamiento de la economía, los mercados, el dinero y las guerras. Sin embargo, para la mayoría de la gente, el sentido de la vida seguía siendo lo que tenía a su alrededor, es decir, la realidad local. Esta necesidad de acercar a las personas con este mundo global motivó la decisión institucional de incorporar la asistencia técnica, la capacitación y la generación de capacidades, además de promover la vinculación entre personas e instituciones en todos sus proyectos. Creemos que fue la mejor forma de evitar que la globalización fuera una amenaza, convirtiéndose en un nuevo valor lleno de oportunidades.
CEAT
Muchas de las actividades en microcréditos y CEAT mostraron las dificultades de los agricultores en la producción, la financiación y la búsqueda de mercados para sus productos.
En respuesta a esta necesidad se desarrolla bastante más tarde el PROFAR: Programa de Financiación de Cadenas Productivas con Gestión de Riesgos, el mismo que fue financiado por AECID en colaboración con Properú, con el objeto de reducir la alta vulnerabilidad de los productores agrícolas rurales.
La versatilidad, la adaptación al cambio y la capacidad del equipo de Prisma ONG apoyaron sin duda en la reorientación de las políticas institucionales. Los datos obtenidos de la vigilancia longitudinal de Pampas de San Juan de Miraflores mostraron la necesidad de mejorar las capacidades de las personas para aprovechar las oportunidades de tener mejores ingresos a través de empleo estable y acceso al crédito, actividades que necesitaban ser sostenibles.
Surgen entonces los proyectos de Desarrollo Social, posteriormente los de Desarrollo Sostenible y Desarrollo Alternativo, creándose así la Dirección de Desarrollo Social. Sobre la base del conocimiento de la población objetivo, la elaboración de diagnósticos participativos para identificar cuáles eran sus necesidades sentidas, se fueron formulando modelos de intervención para solucionar los problemas que les impedían tener una vida plena. Se tuvo en cuenta siempre que los proyectos de desarrollo necesitaban mayor tiempo para madurar, para generar confianza y lograr la participación que se requiere en la población objetivo.
La Dirección de Desarrollo Social y Capacitación se encargó de diseñar los proyectos PASA y CEAT. El Programa de Apoyo a la Seguridad Alimentaria (PASA) fue el origen de la actual Dirección de Microfinanzas y estuvo dirigido originalmente a las personas graduadas de los programas de salud y nutrición, en seis puntos del país. Prisma ONG conocía a la población y ésta reconocía a la institución por la transparencia de su actuación en proyectos anteriores.
La experiencia evolucionó permitiendo su crecimiento bajo la modalidad de bancos comunales y grupos solidarios, y posteriormente con créditos individuales. Microfinanzas Prisma ONG operó en 12 regiones del país y contó con más de 30 socios estratégicos tanto nacionales como internacionales. Su cartera de clientes estuvo ubicada en zonas rurales (43%) y urbano marginales (57%), atendiendo a microempresarias y microempresarios de los sectores comercial, agrícola, de servicios y producción. El 58% del total de clientes fueron mujeres y en los bancos comunales llegaron al 74%.
El proyecto CEAT nació con la orientación de contribuir a mejorar ingresos en la población rural, centrándose en la mejora de la producción en calidad y cantidad y en la generación de canales alternativos de comercialización de la mayor productividad a través de la instalación de Centros de Acopio y Transformación, de allí el nombre CEAT. Estos centros, que en el caso de Cajamarca implicó la construcción de una planta y en el caso de Junin y Cusco consistió en el desarrollo de alianzas con plantas ya existentes, debían producir un alimento fortificado y precocido para la alimentación del niño a partir de los seis meses de edad; ello dio origen al PANFARCITO.
La promoción de la Salud Integral del Adulto fue también una preocupación del equipo de Prisma ONG y en este campo los proyectos básicamente se orientaron a la Prevención del VIH/SIDA y a investigaciones de diversos temas relacionados.
GESTIÓN AMBIENTAL
Una nueva línea de intervención se implementó en Prisma ONG desde el año 2001 enfocada al tema de Gestión Ambiental, iniciando con el primer proyecto de gestión de residuos sólidos urbanos con la Municipalidad Provincial del Cusco, financiado por USAID y el Fondo de las Américas y conocido como RETAMA (Recursos Tecnológicos Apropiados para el Medio Ambiente).
Hasta la fecha el Centro RETAMA sigue funcionando en el SELIP (Servicio de Limpieza Pùblica) – Cusco y en la comunidad de Rayallacta para el manejo de los residuos inorgánicos y orgánicos, respectivamente.
En 1988 se formó el Comité de Ética, que inicialmente tuvo como objetivo la revisión de estudios epidemiológicos de la institución y posteriormente extendió su alcance a fin de brindar servicios a la colectividad científica para la revisión de ensayos clínicos, velando por los derechos, bienestar y seguridad de los seres humanos participantes en trabajos de investigación. El Comité de Ética de Prisma ONG está registrado en el Instituto Nacional de Salud y es uno de los más reconocidos en el país.
En 1996 se construyeron los almacenes del Agustino y Trujillo para la gestión logística de los alimentos donados en un primer momento y de los anticonceptivos. Este trabajo se complementó y fortaleció en el año 1998 a través del PALA –Programa de Apoyo a Logística de Anticonceptivos- desarrollado con el Ministerio de Salud – MINSA y ONGs dedicadas a la planificación familiar.
A partir del Planeamiento Estratégico realizado en el año 1999, se inició la apertura institucional para la diversificación de fuentes de financiamiento. En paralelo, se continuó trabajando con el apoyo financiero de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos –USAID. Así, en el año 2000, se diseñó e implementó el PRODECCE, Programa de Desarrollo Comunitario en Corredores Económicos, orientado a trabajar de forma integral tres componentes: capital social, económico productivo y acceso al mercado. Con este proyecto se intervino en ocho corredores del Perú.
USAID fue el principal financiador de Prisma ONG hasta mediados de la primera década del año 2000, trabajando principalmente bajo el esquema de DAP (Development Activities Program / Programas de Desarrollo), lo cual permitió el financiamiento paralelo de proyectos complementarios de seguridad alimentaria hasta el año 2001.
Entre el año 2002 al 2006/07 se ejecutaron Crecer Sano y ALIANSA, proyectos sobre salud y nutrición infantil, SAP o Servicios Agro comerciales para producción y comercialización agrícola, y Microfinanzas con recursos de PL 480- Título II, que permitieron trabajar en 17 regiones del país.
Crecer Sano se orientó al trabajo directo con familias para mejorar prácticas de cuidado infantil y ALIANSA se convirtió en la base para la línea de intervención de fortalecimiento de gobiernos locales, lo que no sólo contempló trabajar problemas de salud con el sector salud y las madres, sino que también inició el involucramiento de actores con capacidad de decisión sobre la inversión de los recursos públicos.
El SAP- Servicios Agro-Comerciales incorporó el enfoque de demanda de mercado, buscando generar ingresos para que finalmente la población mejore su calidad de vida. La intervención incluyó tres componentes: promoción y fortalecimiento de la organización, mejora de la producción y asistencia técnica para el acceso al mercado.
La experiencia de trabajo en gestión de programas nutricionales con gobiernos locales y regionales permitió iniciar, a partir del 2006, la implementación de proyectos para el fortalecimiento de gobiernos locales y regionales. Desde entonces se constituyó formalmente una nueva línea de intervención en Prisma ONG, el fortalecimiento institucional.
Paralelamente a los cambios en el Ministerio de salud de programas verticales al modelo de atención integral, el Área de Logística continúo asistiendo con el Proyecto de Apoyo al Sistema de Medicamentos –SISMED del MINSA, primero diseñando y validando el modelo y luego implementándolo en seis regiones del país. Desde el 2007, en alianza con John Snow International (JSI), el equipo del área se ha dedicado al trabajo de fortalecimiento de capacidades en gestión de medicamentos no sólo en el Perú, sino también en la región de Latinoamérica.
A fines del 2006 se terminó el proyecto de salud y en el 2007 el de producción, cerrándose la intervención de PL 480 en Perú. A partir de entonces, en Prisma ONG se aceleró la diversificación de las fuentes de financiamiento y la consolidación de las líneas de trabajo de manera importante.
DESARROLLO ALTERNATIVO
Desde el año 1996 se trabajó el componente de salud en los valles cocaleros y el de producción a partir del año 1998. Es con esta experiencia que se desarrolla el S@mconet como una forma de acercar la información de precios a los productores.
A partir del 2004, en alianza con Pathfinder, el equipo Prisma ONG diseña el modelo del proyecto “Municipios y Comunidades Saludables en zonas de Desarrollo Alternativo”, mediante del cual se logra el empoderamiento de las comunidades para el diseño y construcción de su propio desarrollo.
Iniciativa de Lavado de Manos
En respuesta a una iniciativa del Banco Mundial, que coincidió con la necesidad del equipo de Prisma ONG de entender mejor cómo afinar las actividades educativas para el cambio de comportamientos, se realizó el estudio diagnóstico de comportamientos de lavado de manos con jabón, en el año 2003.
Los resultados de este estudio han sido importantes para mejorar el impacto de nuestras intervenciones educativas. Estos resultados se validaron con la ejecución del proyecto piloto de la intervención de Lavado de Manos, financiado por el Japan Social Development Fund, a través del Banco Mundial.
La segunda fase de Lavado de Manos en escuelas y comunidades se ejecutó en diez departamentos del norte y centro del país.
En forma conjunta, las direcciones de Desarrollo Humano y Desarrollo Económico trabajaron los componentes de comunicación, capacitación y de logística del proyecto “Control de la Malaria en las Zonas Fronterizas de la Región Andina: Un Enfoque Comunitario” (PAMAFRO), con financiamiento del Fondo Mundial a través del Organismo Andino de Salud (ORAS-CONHU). Asimismo, se inició la intervención social para pacientes con tuberculosis Multidrogoresistente-TB-MDR a través del Objetivo 4 “Fortalecer el Soporte y Rehabilitación Social de los Afectados por Tuberculosis” de la V Ronda del Fondo Mundial, administrado por CARE. Además, se trabajó el tema de salud neonatal (Bebés sanitos).
A partir del 2008, se inició un trabajo sostenido con varias empresas privadas mediante proyectos de responsabilidad social empresarial (Hunt Oil, Pluspetrol, Fundación Inca Kola, Conoco Phillips, Textil del valle, Cerro Verde, Consorcio Minero Horizonte, Kraft Foods, Cía. Minera Barbastro y Sillustani, MINSUR, entre otros.). Se sistematizó la experiencia del trabajo de PL 480 en infraestructura de agua y saneamiento, se retomó el trabajo con comunidades nativas y se desarrollaron pequeños pilotos en educación.
A fines del 2008 se dio inicio al proyecto Gobernabilidad y Transparencia con financiamiento del Departamento Internacional del Reino Unido para el Desarrollo Internacional (DFID), lo cual permitió retomar la presencia institucional en 14 regiones del país por cinco años.
En el 2009, Prisma ONG planifica su nueva visión institucional para el próximo quinquenio, asumiendo nuevos retos de fortalecimiento institucional e internacionalización.
El inicio de este camino lo marca la selección de Prisma ONG como institución regional de capacitación y asistencia técnica en materia de logística de salud pública para América Latina por la Iniciativa Regional de Desarrollo Institucional (RIDI), respaldada por el Proyecto DELIVER de USAID en 2012.